¿CÓMO CAPEAR LA TORMENTA?

HOW TO WEATHER THE STORM ? - Stay Golden Cosmetics

Cómo capear las tormentas

Siempre oímos hablar de la calma antes de la tormenta. Y si bien podemos apreciar el silencio mientras nos preparamos para el desastre, no se presta suficiente atención a la calma durante la tormenta.

Bienvenido a Stay Golden. Soy tu chica Goldi y te traigo una conversación conmovedora sobre todo lo relacionado con el cuidado personal. El tema de esta semana: dejar que tu paz reine durante el caos.

Seamos realistas: algunas tormentas tienen su temporada, otras aparecen por muchos motivos y hay aquellas que no vemos venir y que nos dejan sin aliento. Este es su pronóstico para hoy: formas en que podemos crear tranquilidad, a pesar del caos que se avecina.

Preparación para desastres

Ahora, ante una tormenta física real, lo primero que uno hace una vez que se entera de su inminente llegada es abastecerse. Pero la vida no siempre funciona así. A la miseria le encanta la compañía, así que ¿por qué no contrarrestar lo negativo manteniendo un inventario de su energía positiva? Aunque no tienes control sobre quién o qué entra en tu espacio, eres el capitán a la hora de determinar cómo reaccionas ante las situaciones.

Haga del cuidado personal su prioridad. ¿Puedo sugerir meditar diariamente para fomentar un ambiente armonioso? Tal vez puedas buscar la intervención divina y preguntarle a Dios al respecto; nada supera a la oración. O puedes adoptar un enfoque pragmático volviendo a pasiones y pasatiempos como pintar, escribir, hacer ejercicio o bailar; cualquier actividad que sirva para reavivar una chispa feliz en tu vida.

Antes de que te des cuenta, estarás diciendo adiós a esas nubes de dudas y dando la bienvenida a los cielos despejados y soleados.

Acepta tu tormenta

Nada causa más estragos que negar la naturaleza misma de tu tormenta. Deja de revolcarte en las aguas turbias de la negación. El mejor paso hacia la autorecuperación es reconocer sus lesiones. Así que seamos adultos responsables (mucho más difícil de lo que parece) y enfrentemos la situación.

Una vez que haya identificado y aceptado su tormenta, estará en mejores condiciones de pasar al siguiente paso. Puedes luchar contra todo pronóstico o capear las olas. Ambas son opciones viables, dependiendo de las circunstancias. Recuerde: la catarsis es necesaria para la curación.

Nombra esa categoría

Los huracanes viajan en cinco categorías: uno es el más débil y cinco es el más fuerte. Decida qué categoría está experimentando y observe constantemente si está empeorando o mejorando. De esa manera, podrá aplicar fácilmente las soluciones necesarias a los problemas. Respira y cuenta hacia atrás de 10 a uno: superarás esto.

Llegar y comunicarse

¿Alguna vez has notado cómo tan pronto como hay una tormenta pendiente, lo primero que hacemos es acercarnos a nuestros seres queridos? Allí expresamos nuestros miedos y esperanzas, ofreciendo palabras de motivación y apoyo. ¿Por qué no se puede aplicar la misma práctica a las depresiones de tu vida? Llama a un amigo o familiar y activa tu propio código de señal de tormenta (SOS).

La persona al otro lado de la llamada, mensaje, correo electrónico o sentada a su lado puede brindarle explicaciones interesantes o ayudarlo en su situación.

Busque asesoramiento de expertos

Si las cosas le resultan demasiado complicadas y no tiene a quién acudir, busque el consejo de un profesional. Los consejeros son imparciales y pueden aportar una perspectiva refrescante sobre la mesa. También tienen esta extraña manera de volverte el espejo para que puedas reflexionar verdaderamente sobre el problema que tienes delante, sentir tu camino a través de él, para que puedas estar en el camino del descubrimiento.

Conquistar a la Bestia

Al final del día, tú tienes las llaves maestras de tu tranquilidad, así que enfrenta tus tormentas de frente, cariño. Encuentra las lluvias de bendiciones en las lecciones y viceversa.

Y eso es. Si llegaste hasta el final, entonces misión cumplida. Es tu mejor amiga del cuidado personal, Goldi, animándote a mantenerte hermosa, glamorosa y, por supuesto, permanecer dorada.